Dentro de 30 años yo tendré 62 años, aunque confieso que no está entre mis preferencias tener una vida tan longeva. Pero mi hija tendrá 32, la misma edad que tengo yo ahora. Yo, vosotros, sois responsables del mundo que le dejamos a nuestros hijos, a nuestros nietos, a nuestros animales ¿No os estáis volviendo locos cuando vais al súper? Plásticos por todos lados, una pesadilla de la que es muy difícil deshacerse. De hecho, en el mercado me peleo con los comerciantes para que me pongan los putos melocotones en mi bolsita de tela, las aceitunas en mis tarros, las almendras en otros. Y no en bolsas de plástico. Os lo juro: me peleo. Una de las grandes pesadillas y alucinaciones que tenía en el hospital fue que tenía microplásticos (y algunos no tan micros) dentro de mi cuerpo. Soñaba que estaba llena de plásticos, veía claramente los microplásticos en las radiografías. Un delirio que me hizo mucho sufrir durante semanas. Los tenía entre los huesos, en el estómago, en la musculatura… de hecho, tuve literalmente plásticos por la boca: la entubación. En concreto con la entubación y la máscara de oxígeno (también de plástico) pensé que iba a enloquecer.

Esta fotografía responde a esa vivencia en el hospital, pero también a un tema que desde @adoptaaunfotógrafocreativo han propuesto: «La tierra será inhabitable en 2050». No suelo ponerme futurista ni crear realidades distópicas, pero imagino. Imagino que dentro de unas décadas no podré oler las flores, ni el cabello de mi hija, ni la piel de Guille recién aseada. Joder, ni siquiera podré oler la mierda de mis perras ¿Queréis un planeta azul y fresco o un planeta abrasado? ¿Queréis seguir viendo peces y ballenas en el agua o un mar cuyo máximo aparente rasgo de vida será el rumor del oleaje?