Ayer fueron las gemínidas, las estrellas fugaces generadas por el asteroide 3200 Faetón. La gente no sale a verlas porque hace frío, pero yo nací en invierno. Hoy también se podrán ver las estrellas del cometa Wirtanen, por si alguna alma intrépida se atreve a salir. Yo en París conseguí fotografiar una. Pasó rápido por encima de mi cabeza, pero aún mantengo su brillo en la retina, su calidez en mi espíritu, ese combustible que me ayudará a atravesar el invierno. Porque mis hogueras a veces se encienden con piedras, otras con cerillinas, otras con estrellas.