Cógeme de la mano, amor

que vengo muy malherido.

F.G. Lorca.

A veces me pasa. De nuevo psicólogos, de nuevo pastillas para dormir, de nuevo pastillas para la ira, la ansiedad, la rabia, el pánico y el odio. De nuevo vuelvo a ser la persona que nadie quiere ser, la persona que nadie quiere que sea. La que no tuvo que ser esposa, la que no tuvo que ser madre, la que no tiene que ser así ni para sí misma. Vuelven las miradas de desconcierto, los «si puedo hacer algo por ti…», los malditos «¿Estás bien?» los silencios, los listados en forma de reproche de cosas por las que debería ser feliz. Tu hogar como quien te lanza una piedra, tu hije como quien te lanza una piedra, tu marido como quien te lanza una piedra, tus suegros como quien te lanza una piedra, el dinero como quien te lanza una piedra. Lo bueno para morderte, avergonzarte, hacerte sentir que eres peor persona de lo que ya crees que eres. Desagradecida. No aprendes. No se puede hacer nada contigo.

Instrucciones de mierda para tratar a una persona en pleno ataque depresivo, de ansiedad, de rabia, de herida:

  • No les preguntes qué puedes hacer por elles. No lo saben. Están en pleno secuestro emocional. Probablemente estén bloqueados y les cueste hablar.
  • Dales agua y un pañuelo para sonarse.
  • Dales una ducha de agua tibia.
  • Recuérdales que no se van a morir ni se van a matar, porque tú estás ahí y le vas a cuidar. Que hay que pasarlo, pero que se va.
  • Ponle un objeto bonito o muy valorado por elle entre las manos. Miradlo detenidamente, su textura, su olor, su historia, sus colores, cómo está hecho, cuánto habrá costado hacerlo, cuánto tiempo lleva contigo.
  • Si están muy cansados, ponles en un lugar cómodo, si les conoces bien, ponles cosas que les hagan felices: fotos, musica, cuéntales recuerdos bonitos, aquel de la playa, aquel paseo de vuelta del cine, aquel éxito, aquella borrachera épica, aquella vez que quedaste LIKE A BOSS.
  • Si tiene fuerzas, sácala a la naturaleza.

En mi caso, ponedme la cámara entre las manos. Al cuarto disparo, he parado de llorar.