El trabajo que tengo en la actualidad es muy duro y cuando lo comento, me dicen que ojalá pudiera vivir de mi arte. Esta es una opción que ya he descartado con creces desde hace tiempo, porque para vivir de tu arte tienes que ser empresaria y yo soy artista. Ya está, no pasa nada. Asumido. Puedo ocasionalmente acudir a una feria de arte y hacer de empresaria. Puedo sacar adelante talleres y ser en esas circunstancias, mi propia jefa y empresaria. Por poder podría darme de alta en autónomos y dar clases de fotografía. Pero me muevo en este mundo Y sólo pocos consiguen esto, venderse. Y los que se venden, viven preocupados constantemente por conseguir alumnos, por mandar mails de publicidad, con buscar la originalidad a la hora de publicitarse y llegar a más gente. Me parece estupendo, pero tras intentarlo mucho, he decidido que ese rol no es para mí y estoy en paz con ello. Da igual las circunstancias que esté viviendo, que mi condición de artista no me la arranca nadie y puedo desarrollarme como tal hasta el fin de mis días. No obstante, si alguien me lee, me encantaría trabajar en el sector cultural, como en el cine, alguna editorial, librería, teatros, mundo del espectáculo. Mi mejor virtud para levantar al país es la enseñanza y mi sueño sería ser profe de fotografía en una escuela. No me importa tener jefe siempre que se me trate con respeto y educación. Y hasta aquí mi reclamo por encontrar un trabajo con contrato en algún lugar donde pueda ser yo misma y encuentre cierto bienestar.