Ya sabéis que he retomado el posado como modelo y que lo estoy disfrutando muchísimo. Este verano nos fuimos a la sierra con David a hacer fotos con un dron y fue una experiencia preciosa. De hecho, Alberto y yo nos estamos planteando comprarnos un dron para hacer fotos y culpo a David profundamente por crearme esta necesidad, porque se consiguen unas perspectivas preciosas. Tras posarle, le pedí que si nos dejaba el dron para hacer unas fotos para mí y muy amablemente me echó un cable, con estos resultados. Mandé a Alberto al agua a posar como una ninfa y Menta tuvo varios momentos estelares en los que se lanzaba al agua para rescatarnos y no nos dejaba hacer la foto. Era uno de esos días soporíferos del verano, que atajamos muy bien nadando en este embalse. Para mí fue una gozada y todo un regalo.