Modelo: Miriam.
No me dijiste que allí se crio Benito Pérez Galdós, pero me acogiste en tu casa, comí gofio con cebolla y croquetas en vuestra acogedora cocina, caí en un sueño profundo en vuestra cama. Gracias, porque regalándome la intimidad de vuestro hogar me rellenasteis de ternura. Justo en un momento en el que me había cerrado a recibirla, por miedo a ser permeable a más sufrimiento. Vuestra hospitalidad se coló en mí con dulzura, al ritmo que se cuela la naturaleza en sus ritmos naturales, en un latir pausado que había olvidado disfrutar.