Yo tengo dos perdiciones en fotografía, dos musos. Por un lado está mi muso masculino, mi Guille de miel y sal y por otro, mi hermana Emma de nieve y tierra, musa de musas desde que me gusta la fotografía. Le llevo haciendo fotos desde que tenía cuatro años. Ayer fue un día muy especial, porque creo que le hice las primeras fotos vista como una adulta. Siempre la he visto como mi pollito, mi puppy. Es que copón, le cambié los pañales, le canté cientos de canciones para que se comiera las dichosas papillas, la llevé a Disneyland Paris y la he visto andar con pañales, como un pingüino y obsesionalita con su queco de trapo Cucú. Y ahora es toda una mujer que va a estudiar Traducción e interpretación, con unas ganas inmensas de volar, aprender y buscarse.

Ayer me harté a hacerle fotos, que ya tenía mono. Como podéis ver, se come la cámara.