No sabíamos hasta hace nada cuál era el ascendente de Helena Maldonado, pero cuando lo descubrí no me cupo duda: esta mujer emanaba energía ariana por todos sus poros: meterse con el coche por lugares imposibles, quedarnos atascadas en un apiario y la tipa salir entre todas las abejas «¡¡Oigaaa!! ¿Podría echar el coche un poco más adelante para yo poder dar la vuelta??». Y recibir la advertencia de que hay abejas con risas. Desnudarse entre azufre, zinc y cobre, al lado de aguas estancadas, poner tol culo en sillas con acumulación de guarrería de décadas… dejarse la piel y la salud si hace falta para realizar una foto o buscar una localización, entrega absoluta a sus amigas, movilización sin dudarlo por los que ama y la mala hostia. Gracias, Helena, ya no me siento tan sola. Cuando se juntan dos mujeres con ascendente aries todo puede ocurrir: Ascendente aries pregunta: «¿Hacemos (ponga aquí una locura)?». La respuesta de otra ascendente aries es «¡¡Amooohhh!!». Helena, necesitaba a alguien así. Gracias por venir a recogerme a mi casa aquel día, por llevarme a lugares de Sevilla que desconocía por completo, por tu amabilidad, generosidad y locura. La primera vez que la vi a ella y su obra supe que algo coincidir no era una casualidad, que teníamos experiencias comunes como madres, artistas, activistas y locas. La famosa performance sobre la que cayó una demanda, fue con ella y desde aquí le damos las gracias a mi ex por ser parte de la misma. Si la volvemos a repetir, incluiremos la demanda y resolución de la misma. La (lo)Cura en su versión extendida. Porque la cura sigue más allá de las ferias de arte, hacemos fotografía.