Modelo: Alberto Anaya.

Copias disponibles en diferentes tamaños.

Hay quienes no han nacido para acatar. Hablo de los que no nos sale eso de la sumisión a la autoridad, el respeto por unas leyes legales o cumplimiento de una norma. Hablo de los que seguimos criterios, no normas. Pero no seguir unas reglas que conllevan una obligatoridad tiene un precio. Cuesta caro. Pagas exclusión, pagas soledad, pagas insultos, pagas que te expulsen de la manada, pierdes el título de la permanencia a un grupo. Este es el precio que se paga por la libertad para pensar o por un poco de resistencia a la destrucción de cierta lógica o verdad. Pensar a día de hoy es un atrevimiento, un descaro, una lucha por la autonomía y la libertad intelectual.

He visto a algunas personas hablar últimamente sobre las teorías de Arendt y lo cierto es que no me puede parecer más oportuno. Tras el Juicio al nazi Adolf Eichmann, en el que estuvo presente, acaba elaborando toda una teoría filosófica que fue muy controvertida, sobre todo para el colectivo judío, grupo por el que luego fue atacada y amenazada debido a sus conclusiones. Dice que lo que vio allí fue «un hombre terriblemente normal, terroríficamente normal, a un mediocre, a un hombre superfluo y alienado». Repite con insistencia lo de que era alguien “totalmente normal”, que simplemente estaba «obedeciendo órdenes». Esto contravenía lo que se esperaba de ese proceso; no había una narración de alguien monstruoso o perverso. No hubo la sangre que se esperaba por parte de Arent, filósofa, política y totalmente especializada en totalitarismos. Una de sus reflexiones más conocidas es que el Mal no lo hace necesariamente el monstruo, sino alguien normal que podría ser cualquiera de nosotros. Solo se necesita no pensar, obedecer órdenes, obedecer la Ley y respetar la norma sin pensar. La recomensa es la pertenencia al grupo.

Deciros vosotros mismos en qué espejo os veis durante esta pandemia. Si estáis pagando un precio extra del que, por lógica, debemos de pagar. Quisiera trasmitiros que, desde mi posición genuinamente insumisa, en mi naturaleza por cuestionar todo lo que me parece digno de cuestionar, no estáis solos.

Foto dedicada a todes mis niñes índigo.