Rocío de la Torre es muy buena modelo. También muy buena actriz. Todo va muy unido. Pero no es por esto por lo que me ha encantado trabajar con ella. De todos nuestros amigos, es la que mejor se lleva con Luz, la que mejor sabe abordarla. Es extraño y sorprendente cómo se comportan las personas con tu hije, cómo hay cosas que no esperabas, cómo hay cosas que esperabas, cómo subestimaste a unos, cómo sobrevaloraste a otros. Rocío y Luz ambién nacieron el mismo día. Rocío es humanidad. Es el feminismo que a mí me gusta y sigo. Es escucha. Es comprensión. De esta materia están hecha los pocos modelos con los que me gusta trabajar. No son modelos, son seres amados. No son modelos, son un vínculo. Son personas que me colman.

Por eso no puedo trabajar con modelos profesionales si no los conozco. Para fotografiar con las tripas sólo escribo con personas que me hacen vibrar.

Aquí Rocío en un viaje a la introspección, en un salto al abismo.

Gracias David por dejarme la preciosa casa de su abuelo para hacer de las mías. Es un entorno totalmente inspirador para esta loquita de mi.