Ya no quiero gustaros a vosotros, quiero gustarme a mí. No quiero hacer fotos para vosotros, sino fotos para mí. Tampoco quiero que os guste mi cuerpo, ni mis apegos, ni mis filias, me tienen que enamorar a mí. Ya no escribo para vosotros, ya prácticamente escribo para mí y para mi hija en mis cuadernos. Experiencias, circunstancias, poemas, dibujos, fotografía analógica para mí. Me he descargado el peso de tener que hacer cosas para vosotras, mis bestias finitas. La enorme gravedad y losa de tener que compartirme. Estoy empezando a crear sin miedo a mi ex pareja, que lleva mi obra a los juzgados desde hace tres años y medio, sin miedo a esa imagen tan horrible que he creado de mi físico, sin miedo a que la muerte que rondo dibuje muecas en vuestra cara, sin miedo a mí misma, que soy la bestia más finita de todas. He logrado ser suficiente en mí misma, para mí misma.