Esta serie la he titulado como la runa nórdica «Laguz» /ᛚ/, pues representa nuestra /I/. Por la L empieza mi nombre y mi conexión con el agua y lo húmedo ha sido de toda la vida un hecho, hasta en alquimia, mi camino es la vía húmeda. Yo soy feliz en lugares donde hay mar, ríos, lagos, cascadas, riachuelos, arroyos, pozas. El agua me da paz, me limpia y armoniza, me da igual su temperatura. El simbolismo de esa runa ha entrado muy fuertemente conmigo este año, «Laguz» evoca lo vinculado con el agua y sus propiedades. Es la inmensidad y profundidad de un océano y se asocia al subconsciente humano, por eso veréis que el arcano XVIII del Tarot, La luna, se presenta con frecuencia junto a el elemento del agua. También es el instinto, lo que no se ve a primera vista. Laguz hace referencia a la propia existencia y cómo fluye, como un río. Muy curiosamente, en fonética y fología, la «L» forma parte de las líquidas ¿por qué se llama a la /r/ o a /l/ líquidas? Dionisio Thrax era una gramático griego que usó la palabra ὑγρός ( hygrós , «húmedo») para describir las consonantes (/l, r, m, n /). La mayoría de los comentaristas asumen que esto se refiere a su efecto «resbaladizo» en la métrica en el verso griego clásico, cuando aparecen como el segundo miembro de un grupo de consonantes. Esta sincronía entre estas dos consonantes, tanto la griega, latina o nórdica, en referente a lo húmedo y el agua me llama poderosamente la atención, teniendo además dos líquidas laterales /l/ en mi propio nombre.

Fotografías de making of que me hizo Tam Castrillejo en En Monte Xiabre en Fontefría. Nos llevó Sonia Señorans para allá y fui tan feliz con ellas esa tarde. Veo estas fotos y son refugio. Cierro los ojos por las noches y floto en el agua. De mayor seré lo que sugirió mi hija «Ya que te gusta cantar de mayor podrías ser cantaora mía y vividora de las aguas. Podrías cantarme mientras flotamos como ballenatas en el agua». Podría y podré.

Por último, destacar que siempre me han hipnotizado los espíritus y deidades femeninas asociadas al agua, que su vez está ligada a la muerte, siendo un lugar entre dos mundos. Son seres sensuales y ambiguos, origen de la vida y también de la muerte. Simbolizan lo que el ser humano no domina y que le arrastra.