Modelo: María Gonzalez.
Santa Teresa, apodada «La florecilla», pensaba que era como la flor más pequeña del bosque, sobreviviendo y floreciendo a través de todas las estaciones del año. «Después de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas». Eso dijo. Santa Teresita es una de las Santas favoritas de mi amiga María. Sin yo saberlo, la retraté con un fondo de rosas.
María es una de mis más grandísimas amigas, probablemente una de las más fieles desde hace años. Y eso que yo soy atea militante, pero la queremos que nos morimos. Quise hacerle un retrato que la reflejara en su más intensa personalidad: católica, inteligente, culta, profunda, sumida en sombras, desprendiendo luces. María se merece todo lo bonito. Y eso Dios y todo Peter debería tenerlo claro. Gracias por posarme, amiga.
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