Alberto y yo, una noche cualquiera, de madrugada, en su piso de Madrid Río. Por las noches entra la luz de las farolas y jugamos a ser sombras. Sombras de la noche, de nuestro propio sueño e insomnio, sombras de un amor al que nunca le faltan luces.
Alberto y yo, una noche cualquiera, de madrugada, en su piso de Madrid Río. Por las noches entra la luz de las farolas y jugamos a ser sombras. Sombras de la noche, de nuestro propio sueño e insomnio, sombras de un amor al que nunca le faltan luces.