Modelo: Alberto Anaya.
Copias disponibles en diferentes tamaños.

El agua helada hizo que la sangre les golpeara las piernas en una furia llena de vida.

Gritos de invierno.

Una herida en el muslo: Ron no dejaba que se hundieran.

Los niños perdidos seguían construyendo castillos y surcos en la arena. El cabello que tanto había inhalado era el espejo de un sol que se ahogaba como un insoportable minutero. Una campanada de luz, tañidos de viento. Y ya teníamos arapos, ratones y calabazas.

Estos niños con arena agarrada al cuerpo cual tierra que nos hace recordar la gravedad en toda su inmensidad. Léase «Gravedad» en toda su polisemia. Vean esta foto escuchando «Gravity» de Coldplay. Los putos Coldplay.

A la vuelta sólo había que seguir a Venus para abandonar nuestro mundo perdido. Supongo que para llegar a un presente de Nunca Jamás.