Me gusta jugar con tu esperma con los dedos. Me dibujas soles en la tripa dejando una pátina húmeda que poco a poco se va secando. Las risas, que si la piscina, que si mi océano. «Todavía no lo limpies, espera». Grito como una niña, «Aaaah, que se resbala», «Verás tú las sábanas». El olor a sexo contigo me recuerda a las noches en Sevilla, cuando el aroma a azahar y dama de noche se cuelan por mi ventana . A veces dejo que se seque en mi piel, la sombra del orgasmo, de ese apetito y sed de quien me ama. Voy por calle y noto la piel tirante y sonrío con picardia, «He follao». Pero no cualquier polvo. He follao con amor, voy calmada, mi cuerpo me da las gracias por la ofrenda.