Modelo: Autorretrato con Sonia Señorans.

De la serie de «Miserere nobis».

María Olga era la arquera, el centauro y la artemisa. Allá donde ponía la flecha, daba en la diana. Y podía estar años esperando, como una leona oculta entre la maleza, durante horas. Podía estar apuntando durante años, que cuando destensaba el arco, ardía Troya. Esta es una fotografía de la espera y el silencio, del aliento contenido. María Olga tiene varias leonas, bestias de mirada blanda, voz de cascabeles y puñales por palabras. Con ellas cubriéndole las espaldas, agarrándole las manos, apuntaría ciega y sorda, esteril y herida.