Esto es una cría, un ser que todavía no se ha formado del todo, un ser que sin plumas, todavía no se ha decidido a volar. No quiero que penséis que es un autorretrato: es un personaje. Fue creado en el taller de Descrubrimiento de personajes en la naturaleza de Nereida Bonmatí, en El Escorial. En un principio pensé que estaba muerto y no paraba de repetírmelo, pero editando la foto me di cuenta de que estaba vivo, de que solo era un bebé indefenso, ciego y vulnerable, pero no por ello menos prometedor.

Todavía tengo en mi cuerpo recuerdos de esta foto, arañazos que me recuerdan como un tatuaje temporal el parto de esta foto. Pero me recuperaré. Ahora solo os toca a vosotros amamantar esta imagen con palabras, hacerla crecer con vuestras interpretaciones, transportarla más allá del punto de partida que yo le he dado. Y quiero que quede clara una cosa: lo hacéis siempre con todas y cada una de mis fotos y os doy las gracias por ello.