De la serie «Miserere nobis». Copias disponibles en diferentes tamaños.

María Olga estaba pensando que podría escanear todas las cartas que nunca quemó, ¿pero cómo las iba a quemar? Una cosa era ser joven y otra ser idiota. María Olga se enamoró pérdidamente de aquel catedrático de la Universidad. Él le prometió en el tren que aquella tesis doctoral saldría adelante, aunque fuera lo último que haga. «Te lo prometo». Y le cogía la mano entre los abrigos, «Te lo prometo». Ese tren lleno de estudiantes, que un día dijeron que les vieron besarse en el tren. María Olga se enamoró tan pérdidamente que realmente se perdió. Susana, de largo y espeso cabello gris le dijo que aquellas cartas eran publicables, de una poesía, arrebato y frenesí inauditos, «Pero cómo es posible que este hombre haya sido así, es asombroso, si es un uraño». Me reí a carcajadas. Y sus ojos se perdían entre aquel fuego de amapolas, libélulas de ámbar, senos blancos y turgentes bajo camisas de seda negras y Juanramones a carboncillo. Pedro Salinas y Katherine Whitmore no vivieron tan largo lamento. María Olga piensa que puede publicar esas cartas o enviárselas a su mujer e hijos con un lazo burdeos a Plaza España. Como hayas tirado el Juan Ramón a la basura, le enviaré las cartas a tu mujer engañada. Tu mujer sometida a silencios más largos que el medievo. Como no supiste ver a la alumna más allá de la amante y la tesis está de sed desde hace más de una década, tal vez le envíe las cartas a tu mujer. Como sólo esperaste en el silencio a que ella apareciera taconeando hacia tu despacho, tras su largo encierro, tal vez se piense bien si ponerle al paquete el lazo rojo o negro. María Olga estaba confusa, pensativa, mira retadora desde cianotipias o desde el blanco y negro del ayer. Gritaba sorprendida de que ahora él los suspendiera a casi todos, «¡Pero si era un amor, pero si nos aprobaba con buena nota a todos!». María Olga, lejos de los trenes, piensa en camas deshechas que debería ser vengada de todos aquellos que la amaron mal, mirándose el desgarro por dentro.

Lo que pasa, lo que le pasa es que Venus va a retrogradar.

Ne t’enquiète pas. Je dirais que c’était un affair, un coup de foudre pour le professeur que l’a poussée à contourner la loi du passé. María Olga c’est encore part ton destin.